Un derrame cerebral es una enfermedad grave que se asocia con insuficiencia circulatoria aguda en el cerebro, lo que amenaza con consecuencias impredecibles para el cuerpo. Incluso si los síntomas han pasado el brote, es importante someterse a un examen preventivo realizado por un neurólogo y un terapeuta, ya que es mucho más fácil prevenir un derrame cerebral que lidiar con complicaciones graves hasta un desenlace fatal.
Hoy analizaremos 10 formas efectivas de prevenir el accidente cerebrovascular en pacientes en riesgo.
10. Tome medidas para prevenir la diabetes.
En primer lugar, las personas con una alteración del sistema endocrino, incluidos los diabéticos, pertenecen al grupo de riesgo de accidente cerebrovascular. Para prevenir complicaciones de la enfermedad, controle regularmente la concentración de glucosa en la sangre, realice las pruebas de laboratorio necesarias, evite la obesidad y siga la dieta baja en carbohidratos recomendada. La actividad física moderada, las caminatas frecuentes al aire libre, la toma de multivitaminas y minerales, los antioxidantes para mantener el funcionamiento de las células cerebrales son muy útiles.
9. Lucha contra el sobrepeso
Los diabéticos son más propensos a sufrir un derrame cerebral porque a menudo tienen sobrepeso. La obesidad es una de las causas de los trastornos circulatorios en el cuerpo, como resultado de lo cual sufren los órganos internos, a saber, los riñones, el hígado, el corazón, los vasos sanguíneos, etc. Los kilos de más no son una sentencia, pero la obesidad como enfermedad causa un mayor riesgo de accidente cerebrovascular en personas de mediana y edad avanzada. años.
8. Evite los alimentos ricos en colesterol.
Se sabe que las placas de colesterol, sobre todo, se depositan en las paredes delgadas y frágiles de los vasos sanguíneos, como resultado de lo cual se impide la circulación sanguínea en el cuerpo. El hambre de oxígeno se desarrolla en el cerebro con el tiempo, lo que puede provocar edema tisular y accidente cerebrovascular. Para limpiar las células del colesterol (que se encuentra en la carne y los despojos, los productos lácteos y la leche agria), coma pectinas y fibra, que incluyen fibra dietética, se unen y eliminan toxinas del cuerpo. Puede encontrar fibra en frutas (peras, manzanas, cítricos, melones, bayas, etc.), cereales (avena, bulgur, salvado, trigo), legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos). Las grasas insaturadas reducen bien los niveles de colesterol: aceites vegetales (oliva, linaza, sésamo, etc.), nueces, pescado de mar. Después de 40-50, es recomendable que las personas controlen su colesterol cada 5 años.
7. Deja de fumar
No es ningún secreto que fumar aumenta la probabilidad de hemorragia cerebral en 4 veces. Esto se debe al hecho de que la nicotina y los compuestos nocivos, cuando se absorben en la sangre, aumentan la presión arterial y alteran el flujo sanguíneo. Además, el monóxido de carbono de los cigarrillos conduce a la falta de oxígeno en los tejidos, y el humo provoca una violación de la hemostasia y la coagulación de la sangre, lo que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos. Todos estos factores en suma empeoran el estado del sistema cardiovascular y circulatorio.
6. Controle su presión arterial
Los malos hábitos, como el alcoholismo y el tabaquismo, conducen a un aumento regular de la presión arterial y al deterioro simultáneo de las paredes vasculares. Sin embargo, la presión arterial puede aumentar por otras razones: estrés, condiciones climáticas, herencia, embarazo. Con la hipertensión, el riesgo de accidente cerebrovascular aumenta, especialmente en personas mayores de 50 años. Para controlar la presión, compre un tonómetro y tome medidas regularmente, registrando datos en un diario. Siempre tenga los medios a mano para estabilizar rápidamente la presión arterial. Además, las personas con afecciones hipertensivas están contraindicadas en la emoción y la actividad física intensa.
5. Cuida tu sueño
La deficiencia del sueño afecta todos los procesos internos del cuerpo. No es ningún secreto que una persona necesita entre 7 y 9 horas de sueño continuo diariamente para recuperarse por completo. Pero para las personas predispuestas a un derrame cerebral, los números cambian un poco, hasta 7 horas de descanso. Sorprendentemente, cuanto más tiempo descansa una persona en riesgo, mayor es la probabilidad de hemorragia. Por cierto, roncar durante el sueño también acerca el desarrollo de una enfermedad grave, ya que provoca un síndrome metabólico.
4. Olvídate del alcohol
El alcohol, como el tabaco, desgasta el sistema cardiovascular, conduce al estrechamiento y expansión alternativos de los vasos sanguíneos, adelgazando sus paredes, haciéndolos más débiles y menos elásticos. Con la edad, el alcohol también afecta la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de afecciones hipertensivas, que a menudo conducen a una hemorragia cerebral. En caso de abuso, se observa intoxicación general del cuerpo y falta de oxígeno del cerebro en este contexto, por lo tanto, los alcohólicos tienen más probabilidades de sufrir un derrame cerebral con consecuencias irreversibles.
3. Mire su ritmo cardíaco
Un músculo bombea nuestra sangre en porciones, por lo que el flujo sanguíneo en órganos vitales, incluido el cerebro, depende de la frecuencia de las contracciones y los ritmos. Se sabe que los pacientes con fibrilación auricular y otros tipos de arritmias, taquicardia e infarto de miocardio tienen un mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral. Es importante que esas personas controlen la formación de coágulos sanguíneos en los vasos, que realicen regularmente resonancias magnéticas y ultrasonidos del sistema cardiovascular, el cerebro. Por cierto, la fibrilación auricular aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular en casi 5 veces (15% de los casos de pacientes con accidente cerebrovascular isquémico, 25% de la patología en pacientes mayores de 80 años).
2. Presta atención a los alimentos consumidos.
Controle el peso y el colesterol, limpie el cuerpo de toxinas y toxinas, satúrelo con vitaminas y minerales para fortalecer el trabajo del sistema cardiovascular y el cerebro. Deben estar presentes en la dieta verduras y frutas, cereales y cereales, pan integral, leche y pescado, carne de ave magra, conejo, ternera, etc. Limite el uso de sal y azúcar, lo que afectará positivamente el trabajo del páncreas, los riñones, reducirá el riesgo de diabetes y hinchazón. Además, la probabilidad de un derrame cerebral se reduce en aproximadamente un 20% en batatas, frutas secas, plátanos, pasta de tomate y otros alimentos ricos en potasio. El aceite de oliva también ayuda a reducir el riesgo de patología en un 40%, así que úselo para aderezar ensaladas, freír y guisar alimentos.
1. Si cree que su cuerpo es propenso a sufrir un derrame cerebral, consulte a su médico
Una decisión acertada para los pacientes que están en riesgo, tienen antecedentes familiares de accidente cerebrovascular cerebral o han encontrado síntomas característicos de esta enfermedad. Recomendamos que consulte con un neurólogo si su edad ha excedido los 50 años. Para la prevención de la enfermedad, los médicos pueden recetar los siguientes medicamentos: medicamentos antihipertensivos (reducen la presión arterial), agentes antiplaquetarios (ayudan a disolver los coágulos sanguíneos), diuréticos (diuréticos que eliminan la sal del cuerpo, reduciendo la hinchazón).
Recuerde que un accidente cerebrovascular es una enfermedad grave con una gran cantidad de complicaciones que a veces son imposibles de predecir. También existe un alto riesgo de coma y muerte. Comience a tiempo, en lugar de esperar los síntomas críticos.